He salido al jardín a respirar el aire del otoño, a empaparme de sus colores, sin intermediarios. El cielo, los árboles, las piedras, el silencio… me retienen con su mensaje.
La lluvia fina resbala por la capucha, mientras contemplo absorto el manto de hojas que cubren la hierba y los amarillos que se sobreponen a los verdes.
Antes vibré con la vida que brotaba de sus yemas, luego me emocioné con las flores que salpicaban el jardín. Mañana me cubrirá la nostalgia del invierno con sus ramas desnudas.
La vida te sorprende a cada paso, te ofrece la emoción de las cosas sencillas.
Cuando miras con cariño (a las personas, al paisaje), se despierta en tu interior la sensación de que la vida es algo más que hacer cosas.
18-11-2019
Rafael Dolader – vidaescuela.es – @rdolader