Saber escuchar

Saber escuchar

«Es miércoles, un miércoles cualquiera, un día de diario, sin nada en especial… hasta ese momento.

He salido a resolver un asunto en el banco y, pasadas las doce, regreso al despacho. El semáforo rojo me detiene a la altura de un edificio singular: Colegio Infantil anuncia el rótulo de la fachada. Entre la acera y la puerta, un pequeño jardín con más tierra que hierba; imagino a la chiquillería como caballo de Atila en cada entrada y salida. Me fijo en un tipo que pasea arriba y abajo en tramos cortos, sin alejarse de la entrada; a cada giro, detiene la mirada en la puerta. Las manos recogidas en la espalda sostienen un paraguas; la madurez se le ha llevado parte del pelo y le ha regalado algunas canas. Ahora se detiene, con un gesto rápido alza la mirada, la cara se le ilumina con una sonrisa amplia, avanza rápido a su encuentro. Ya entiendo, la esperaba. El roce de sus labios con la mejilla que ella levanta con suavidad, produce un chisporroteo de cariño. Les veo marchar cogidos de la mano; ella habla con alegría y mueve con soltura la mano libre. Él tiene las dos ocupadas, la mira con algo más que atención sin perder ni una de sus palabras, la escucha ajeno al mundo que les rodea. El claxon nervioso del coche trasero me baja de la nube. Arranco, y al pasar a su lado me admira que sean capaces de andar mirándose a la cara sin tropezar. Llego al despacho, vuelvo a consultar el calendario y confirmo que hoy es miércoles, un miércoles cualquiera, un día de diario, pero que ésas dos personas anónimas lo han convertido en un día especial.»

La escena que te cuento la viví no hace mucho. El impacto del cariño con que se hablaban,  la atención con que se escuchaban,  me llevó a releer un texto que te copio:

Conviene que salgamos de nosotros mismos y nos abramos a los demás: nos hace mucho bien, nos hace crecer como personas, nos ayuda a madurar. En ese proceso un factor importante es saber escuchar, primero escuchar y luego hablar. Un problema frecuente para escuchar es que, mientras otro habla, recordamos algo que tiene que ver con lo que nos cuenta, y estamos pendientes de decir «la nuestra» en cuanto haya una pausa. Se producen entonces conversaciones quizá animadas, en las que unos a otros se quitan la palabra, pero en las que se escucha poco.

La persona madura se alegra con los demás, sabe escuchar.

Rafael Dolader – vidaescuela.es – @rdolader

Me alegro por mis amigos

Me alegro por mis amigos

El 4 de marzo de 2016 el diariolagrada.com publicó una noticia titulada “Increíble carta de un niño perico de 12 años a Gerard Piqué”, en la que un chaval del Espanyol, escribe una carta a Gerard Piqué, jugador del Barça: Yo soy del Espanyol, pero siempre quiero que gane el Barça, porque todos mis amigos son del Barça y si gana el Barça ellos están contentos y yo quiero que mis amigos estén contentos, porque son mis amigos. pincha aquí para leer la carta

El recuerdo de aquella noticia me acompaña éstos días, porque he podido compartir con amigos la alegría de que el Barça sea campeón de Liga y de Copa, el Atléti campeón de Europe League y ayer, el Madrid campeón de Champions League.

Hoy por ser un domingo tranquilo, le he dedicado un poco de tiempo a repasar portadas de periódicos, también algunos deportivos. Me llama la atención uno de ellos con ésta relación de primeras noticias:

1.- Bomba Cristiano: No puedo asegurar que vaya a estar el año que viene en el Madrid

2.- La bofetada de Puyol a la directiva del Barça tras la decimotercera del Real Madrid

3.- Contundente respuesta de Florentino Pérez a Cristiano Ronaldo

4.- Cristiano Ronaldo agranda su crisis con el Real Madrid

5.- La brutal guerra de tuits entre Arbeloa y Manolo Lama

6.- El mensaje de Sergio Ramos que aún enciende más a los egipcios

7.- Bale también se quiere ir del Real Madrid

8.- El codazo de Ramos a Karius que pudo cambiarlo todo

9.- Quién es Loris Karius, el “héroe” de la decimotercera

10.- Crisis interna en el vestuario del Real Madrid por Cristiano Ronaldo

Sólo con leer los titulares de corrido, a uno le entra pánico: bomba, bofetada, crisis, guerra, codazo… No hay resquicio para el optimismo.

Posiblemente, si el niño perico de la carta a Piqué lee la portada de éste periódico, echará en falta la alegría de que haya ganado “otro equipo” que no es el mío; pero claro, es que ni siquiera dice que ha ganado.

Tengo un amigo que le dedica tiempo y esfuerzo a promocionar los valores a través del deporte; lo hace en persona en todos los ámbitos que puede y también a través de un blog muy seguido: https://deporteconvalores.com/

Comparto inquietudes con él, aunque mi colaboración consiste en apoyarle y animarle, como pretende ser este escrito. Tenemos mucho recorrido por delante, y el día que los periódicos deportivos nos echen una mano, avanzaremos mucho más rápido. Desde luego, las ganas y el optimismo no nos van a faltar.

Ah! y felicidades a los seguidores del Real Madrid por un nuevo triunfo; os lo dice uno del Real Zaragoza, aunque ya no tiene 12 años como el chaval perico.

Rafael Dolader – vidaescuela.es – @rdolader

Aquel tipo me alegró el día

Aquel tipo me alegró el día

Ángel nos hablaba con frecuencia de su afición a disparar con arco, algo que había podido hacer pocas veces. Pero alimentaba su ilusión con lecturas, vídeos y cualquier información que caía a su alcance; luego lo comentaba en las tertulias, escenificaba posturas y nos hacía disfrutar como si de verdad tuviera uno entre sus manos.

Se acercaba la celebración de las bodas de plata de su matrimonio con Cristina; en la cuadrilla empezamos los preparativos y, entre otras cosas, decidimos regalarle un arco y algunos complementos. El sábado por la mañana, con Paco y Jesús nos acercamos a una tienda que nos habían aconsejado, donde podríamos encontrar lo que buscábamos. En realidad, no sabíamos lo que queríamos, porque ninguno de los tres tenía ideas claras al respecto.

Encontramos una sección dedicada a ese deporte; en aquel momento, un joven con pinta de poca experiencia en la vida en general y en los arcos en particular, ordenaba las estanterías. Para despejar las dudas le preguntamos si era de la sección, no fuera el chico de los recados que pasaba por allí. Con mucha amabilidad se ofreció a ayudarnos en lo que necesitáramos. Pronto se dio cuenta de que, a pesar de nuestros esfuerzos, ni entendíamos ni sabíamos lo que queríamos. Nos dedicó tiempo, paciencia, explicaciones y una sonrisa permanente; puso en nuestras manos distintos arcos y flechas; nos ilustró sobre los diferentes materiales con sus ventajas e inconvenientes. Preguntó por nuestro amigo: edad, experiencia, tiempo que le podría dedicar; se hizo cargo de la situación exacta y concluyó con unos consejos sobre lo que le podría interesar, el equipo adecuado para iniciarse, lugares donde podría practicar, progresión que podría hacer con otros materiales y costes que asumiría, si se consolidaba en la afición.

Salimos con el regalo adecuado, convencidos de que lo mejor que nos había pasado era tropezarnos con aquel joven con pinta de poca experiencia, que resultó ser un buen chaval y gran profesional. Por la tarde, al pensar en cómo nos había tratado, me di cuenta de que aquel tipo me alegró el día.

A ti que lees este texto, seguramente te habrá pasado algo parecido en algún momento. O a lo mejor eres tú una de esas personas.

Hay más casos, por ejemplo, el camarero de la escena que dejo a continuación, otro joven con pinta de no tener experiencia en la vida: que sirva de homenaje a los tipos que con su trabajo alegran el día de los demás.

Que la disfrutes..

Rafael Dolader – vidaescuela.es- @rdolader

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